Napoleón: ¿ateo o creyente?

 escrito por LUIS ALBERTO MACHADO SANZ

Abogado 

                          machadosanz@gmail.com

                                 @caballitonoble 

1- El gran heredero de la Revolución Francesa fue Napoleón Bonaparte.

Una de las primeras cosas que hizo Napoleón fue restablecer relaciones con la Iglesia Católica, a tal efecto, le devolvió la Catedral de Nuestra Señora de París a la Iglesia Católica para que en ella siga siendo venerada y alabada la Bienaventurada Virgen María. La catedral de Nuestra señora de París  había sido usurpada por Robespierre ya que Robespierre proclamó a “la razón” como “diosa” y tal  efecto, usurpó la catedral de Nuestra Señora de París y  pretendió sustituir el culto a la bienaventurada Virgen María que se le rendía en dicha catedral, por el culto a la “diosa razón”.

 

|Robespierre se auto proclamó “pontífice máximo del culto a la “diosa razón”. Es decir, pretendió sustituir al Papa. Dicho de otra manera, se auto proclamó Papa.  

Gracias a Napoleón, la catedral de nuestra señora de París volvió a ser un templo católico. 

Además, Napoleón Bonaparte firmó un concordato con La Santa Sede y se restableció el culto religioso; eso produjo que Napoleón le exigiera al Papa Pio VII que lo fuera a coronar como emperador en la iglesia de Nuestra Señora de París que hace poco sufrió un incendio pero que volverá a sobrevivir al igual que sobrevivió a Robespierre. 

En honor a la verdad el Papa tenía mucho que agradecerle a Napoleón,  sin embargo, los cardenales le recomendaron al Papa Pio VII que no fuera a París a coronar a Napoleón y es el caso que el Papa hizo caso omiso a dicho consejo. 

 

 

Cuando el Papa P io VII llegó a París,  procedente de Roma, para la coronación de Napoleón, hubo un detalle que poca gente conoce:

Resulta que Napoleón vivía en concubinato con Josefina, una mujer viuda y mayor que él. Napoleón había ido a recibir al Pontífice, tal cual hoy en día una persona va al aeropuerto o a la estación del tren a recibir a alguien que llega, Napoleón Bonaparte recibe a Pío VII justo al frente de la carroza, el pontífice se baja de la carroza y luego de los saludos de rigor entre Napoleón y  Pío VII, éste le dice a Napoleón lo siguiente:

 “O primero lo caso o no lo corono”

 

Quizás Napoleón pensó: 

 

“París bien vale una boda”

 

Y previo a la coronación, Pio VII celebró el matrimonio eclesiástico entre Napoleón y Josefina.

 

2- En cuanto a la coronación de Napoleón Bonaparte, empezaremos narrando un hecho que lo recoge Arturo Uslar Pietri en su libro “Valores Humanos”. Uslar Pietri dice que el hermano mayor de Napoleón, José Bonaparte estaba con  Napoleón el día de su coronación y que Napoleón le dijo a su hermano José lo siguiente:

“José, si papá nos viera”.

 

Quizás eso reflejó un acto de humildad de Napoleón al acordarse de su padre.

 

3- No olvidemos que Napoleón nombró rey de España a su hermano José, los insurrectos españoles le decían “Pepe botella” porque “le gustaba mucho tomar alcohol”.

 

De las invasiones napoleónicas en España resaltamos que el pintor español zaragozano Francisco de  Goya, pintó en 1814 el famoso cuadro hoy en día conservado en el museo del Pardo en Madrid, los fusilamientos de la noche del 3 de mayo de 1808 cuando los franceses fusilaron, en varios puntos de la cuidad de Madrid, a patriotas españoles detenidos tras su alzamiento del día anterior contra las invasoras tropas napoleónicas. Para los españoles su “independencia” viene dada por la liberación de la invasión napoleónica a España.    

4- Sin dejar de reconocerle, su talento militar y su labor de civilizador, mediante por ejemplo el Código Napoleónico, es imposible olvidar que el episodio, cuando en la coronación de Napoleón,  el Papa Pio VII le fue a poner la corona sobre su cabeza y Napoleón se la quitó y se auto coronó. Luego Napoleón coronó a Josefina, episodio que muchos atribuyen a un acto de soberbia de Napoleón

5- Con el paso del tiempo, Napoleón se quiso divorciar de Josefina para casarse con María Luisa de Austria, una mujer joven y mucho más bella que “la vieja Josefina”. 

 

En consecuencia, Napoleón le pidió al Papa que lo divorciara pero el Papa le contesta que la Iglesia Católica no divorcia ya que no puede anular el mandato de Jesucristo de que “lo que Dios une que no lo separe el hombre” (Mt 19,-6); en consecuencia, Por lo tanto, Napoleón se enfurece y mete preso al Papa Pio VII en el castillo de Fontainebleau. 

 

 

El Papa Pio VII se encomienda a la Santísima  Virgen María y le hace la promesa de que cuando regrese a Roma le dedicaría un día como agradecimiento por haberlo ayudado en dicho objetivo de poder volver a Roma. 

Entre otros hechos debido a la fallida invasión a Rusia y la derrota en Waterloo por parte del general Wellington, al Napoleón caer y en consecuencia perder el poder, el Papa Pio VII puede volver a Roma; la prisión del Papa Pio VII en el castillo de Fontainebleau había durado 5 años y para cumplir dicha promesa de haber vuelto a Roma, el Papa Pio VII instituye la fiesta litúrgica de María Auxiliadora, dicha fiesta es el 24 de mayo y comenzó a partir del 24 de mayo de 1815.

6-- Napoleón estaba bautizado, el Papa Pio VII celebró su matrimonio por la Iglesia con Josefina, de no haber estado bautizado, para poder haber celebrado la boda religiosa de ambos, hubiera tenido que haber bautizado a Napoleón, cosa que el Papa Pio VII no hizo. Sin embargo:

 

Cuando a Napoleón le preguntaron qué religión tenía, contestó lo siguiente:

 

“En Egipto soy musulmán y en París soy cristiano”

 

Hacemos un breve paréntesis para decir que en Egipto Napoleón les dijo a sus soldados lo siguiente:

 

 “Soldados, desde lo alto de estas pirámides, 40 siglos os contemplan” 

 

Lo anterior nos hace ver que en materia religiosa Napoleón tuvo luces y sombras y para responder si Napoleón era ateo libre pensador, pasemos al punto siguiente:

 

7- Hay un hecho histórico que ahora, es cuando está saliendo a la luz de la historia. En Reporte Católico Laico, pudimos leer lo siguiente (extracto): 

“El secreto de Napoleón: se convirtió antes de morir”

 

“En el exilio, en la isla de Santa Elena encontró la fe: “La inquietud del hombre es tal que sólo puede aplacarla el misterio maravilloso del cristianismo”.

 

“Una inteligencia superior no puede dejar de ser, por lo menos, provocada por la búsqueda de la Verdad”, y por tanto tampoco Napoleón Bonaparte, militar y político genial, podía dejar de plantearse las “grandes preguntas” para llegar a conocer a Dios.

 

En los seis años de exilio en la isla de Santa Elena, Napoleón releyó su propia existencia, y, en largas conversaciones con los oficiales que se habían quedado junto a él, se abrió y habló de su propia fe, del deseo de la Misa, de la confesión y de Dios, sosteniendo que “todo proclama su existencia”. “La inquietud del hombre”, afirmaba, “es tal que sólo puede aplacarla el misterio maravilloso del cristianismo” (Il Sole 24 Ore, 17 noviembre).

Los diálogos mantenidos con el escéptico general Bertrand demuestran que, después de una vida en la que no faltaron enfrentamientos con la Iglesia, con “centralismo estatal y burocrático, códigos civiles ‘laicos’, depredaciones”, Napoleón murió en la religión católica apostólica romana “perfectamente consciente de su elección”, “con los sacramentos y debidamente confesado” (La Nuova Bussola Quotidiana, 26 noviembre”. Fin de la cita

 

Napoleón también terminó muy mal, de emperador y de tener un poder muy similar al de Alejandro magno y los emperadores romanos, terminó exiliado y prácticamente solo y abandonado; en su final exilio, en la isla de Santa Elena, Napoleón tuvo una suerte de conversión, y por eso su vida terminó bien, en paz con Dios. 

Evidentemente que lo anterior, hace ver que Napoleón al recibir los sacramentos de la Iglesia Católica antes de morir, Napoleón  reconocía a Jesucristo como Dios pero a lo largo de su vida también  reconoció  a Jesucristo como hombre. Napoleón dijo que Jesucristo era un hombre excepcional, como ninguno y fue el propio Napoleón el que dijo lo siguiente:

 

“Y mire que yo conozco muy bien a los hombres"

 

Y tanto conocía Napoleón a los hombres, que en su libro “cómo ganar amigos e influenciar sobre los hombres de negocios, Dale Carnegie dijo lo siguiente:

 

“Pero lo mismo dijeron de Napoleón cuando creó su Legión de Honor y distribuyó quince mil cruces entre sus soldados, y ascendió a dieciocho de sus generales a mariscales de Francia, y llamó a sus tropas el Gran Ejército. Se criticó a Napoleón por dar "juguetes" a veteranos endurecidos en muchas guerras, y Napoleón respondió a ello: "Los hombres son manejados por juguetes". 

8- Creemos queda respondida la pregunta si Napoleón era ateo libre pensador o creyente, Napoleón Tuvo debilidades y miserias pero también grandezas y genialidades, a la hora de la muerte se acordó de Dios y pensó que su reino napoleónico había finalizado pero que el reino de Jesucristo no finalizará. Jesucristo, el que dijo “mi reino no es de este mundo”. Juan 18, 36

 

Es el caso que ni Robespierre ni la Revolución Francesa lograron permanentemente usurpar la Catedral de nuestra Señora de París.

 

Con el tiempo, que es un gran sabio, terminó demostrando que a la Bienaventurada Virgen María se le sigue rindiendo culto en dicha catedral, fue “flor de un día”, el culto que Robespierre pretendió sustituir en la catedral de Nuestra Señora de París. 

 

Robespierre y demás revolucionarios pasaron, el imperio napoleónico también pasó pero a pesar de incendios y revoluciones, La catedral de Nuestra Señora de París no pasa, nunca ha pasado y nunca pasará y además, el imperio napoleónico, en todo su esplendor y con sus luces y sombras también pasó y al final de los días de Napoleón Bonaparte, todo lo que quedó fue un Napoleón arrepentido de sus pecados que no se quiso morir sin previamente haberse reconciliado con Dios  

 

 escrito por LUIS ALBERTO MACHADO SANZ

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