"San Ignacio de Loyola: “Fundador sois Ignacio y general de la compañía real"
escrito por LUIS ALBERTO MACHADO SANZ
Abogado
@caballitonoble
1- En todo amar y servir
En el colegio San Ignacio de Caracas teníamos las competencias intercalases que eran inauguradas a principios de año en el estadio olímpico que quedaba donde en lo que al día de hoy es el “centro comercial San Ignacio”.
Básicamente eran competencias de juego de fútbol, poco a poco fue entrando el baseball, el basquetbol, el voleibol, el atletismo, la natación, etc.
El desfile era amenizado por “la banda de guerra del colegio San Ignacio”, la banda tocaba con el uniforme de gala, era un desfile, tal cual la inauguración de unas olimpíadas o de un campeonato mundial de fútbol.
¡Gratos tiempos de recodar!
Vamos a circunscribirnos al campeonato interclases del año académico 1968/1969, estudiaba tercer año de bachillerato. Los equipos estaban constituidos de la siguiente manera:
La selección de primero y segundo año constituían un equipo, otro equipo era la selección de tercer año, otro equipo era la selección de cuarto año y otro equipo era la selección de quinto año de bachillerato.
Pues bien, la final fue entre quinto año y tercer año, estamos hablando de mayo de 1969. Yo estudiaba en tercer año, no jugaba en la selección de tercer año pero ese día fui a hacerle barra y a aupar a mis compañeros de tercer año.
El juego por la copa final entre tercero y quinto fue uno de los juegos de fútbol más emocionantes que he visto en mi vida:
Hubo que ir a tiempo extra y luego a penaltis pero los penaltis parecían el cuento de nunca acabar, hasta los porteros paraban pelotas que iban a gol, como se hacía muy de noche y no había manera de Padre Rector tuvo que intervenir porque no había manera de desempatar el juego ya que era un interminable “toma y dame”, el Padre Rector era el Padre Luis Azagra SJ y en consecuencia, decide que el campeonato se tenía que decidir “por moneda al aire”; es decir, que decida la suerte.
Por lo tanto, los de quinto año escogieron “cara” y los de tercer año escogieron “sello”. Se tiró la moneda al aire y Simón López Contreras gritó “seeeelloooio”. Tercer año campeón de los juegos intercalases del colegio San Ignacio del año académico 1968-1969. Si no nos equivocamos, era la primera vez que un equipo de tercer año quedaba campeón. Luego vino la correspondiente premiación y se le entregó la copa de campeón al equipo de tercer año. Hasta ahora hemos narrado un emocionante partido final con el batacazo que quedara campeón el equipo de la selección de tercer año de bachillerato, algo muy emocionante pero nada súper extraordinario de no haber sucedido lo siguiente:
Nuestros compañeros futbolistas de tercer año le cedieron la copa de campeones a los de quinto año. No entendiendo bien aquello le pregunté qué pasaba a uno de los jugadores de la selección de los campeones de tercer año, se lo pregunté a Gonzalo Bello, alias “Bellito” y me dijo que le habían cedido la copa a los de quinto año porque “estos se van del colegio”...
Pongamos la lupa en este hecho:
No se trataba de un regalo, limosna o dádiva, los dos se merecían la copa, hubiera estado muy bien si hubieran entregado dos copas de campeones pero solamente había una copa de campeón que se le entregó al equipo de tercero porque una monedita al aire que cayó al suelo en lado de “sello” le había dado la copa de campeón al equipo de tercer año de bachillerato, lo que hizo el equipo de tercer año no fue regalar nada, ni siquiera fue un acto de justicia sino que fue un acto de solidaridad, un acto que enmarca muy bien en lo que dijo san Ignacio, “en todo amar y servir”.
Recuerdo que ya faltando poco tiempo para la graduación de bachiller le hablaba al bueno del Padre Sierra sobre mis planes futuros para luego de mi graduación y me dijo lo siguiente:
“No se te olvide nunca la solidaridad que te enseñamos en el colegio”.
2- Los defectos de los jesuitas. Sin embargo, hay un defecto que nunca se ha visto en ningún jesuita y es el siguiente:
Hay un libro titulado “Los defectos de los santos”, Madrid, Rialp, 1978, escrito por Jesús Urteaga, sacerdote del Opus Dei, que nació en San Sebastián, Guipúzcoa, el 7 de diciembre de 1921 y muere en Madrid, el 30 de agosto de 200, además de “Los defectos de los santos” escribió excelentes libros, entre ellos “El valor divino de lo humano” Madrid, Rialp, 1948 y “Siempre alegres: para hacer felices a los demás”, Madrid, Rialp, 1967.En el libro “Los defectos de los santos”, sin dejar de reconocer la santidad de los santos, pone su parte humana. Es decir, saca afuera esa visión de los santos como que si fueran seres extraterrestres o como si santidad fuera algo inalcanzable.
Recuerdo una biografía, escrita hace mucho tiempo y de no me acuerdo ahorita cuál santo, que decía que era tan santo pero tan santo, que cuando era bebé, no lactaba los días viernes, para hacer penitencia.
Esto último, aparte de no ser verdad, es algo cursi y ridículo, que lejos de hacerles bien a algunas personas, les hace mal. Estamos hablando de gente que no tiene mucha formación religiosa y por lo tanto, pueda ser sensible a creer en principio este tipo de falsas historietas sobre la santidad, para luego decepcionarse al darse cuenta que esas exageraciones no son verdad.
Como contrapartida, recuerdo también un chiste, de hace mucho tiempo, que era el siguiente:
Érase una vez, una monja muy pero muy santa, llamada Sor Emeteria. Muere Sor Emeteria y se dispara como un cohete directo al cielo. Sor Emeteria alcanza una velocidad supersónica. Al ver tal velocidad, San Pedro el portero del cielo, se asusta y cuando Sor Emeteria, está cerca del cielo San Pedro le dice lo siguiente:
“Sor Emeteria, diga una grosería porque se va a pasar”.
Esto último, es tan irreal, como el santo bebé que no lactaba los viernes para hacer penitencia, tanto “el bebé penitente de los viernes” como el chiste de Sor Emeteria son deformaciones de la santidad, lo que pasa es que en el caso del “bebé penitente de los viernes” el biógrafo de este santo lo contó como que si fuera verdad, ambos casos son risibles, estrafalarios y rocambolescos…
El libro “Los defectos de los santos”, pone a los santos, como seres humanos, que no solamente tuvieron defectos, sino que también cometieron pecados, como por ejemplo el rey David, que cometió pecado de adulterio, asesinato y traición, contra Urías, su mejor y más fiel amigo, y su más leal militar, ya que lo mandó a matar y tuvo relaciones sexuales con su mujer.
Sin embargo, David se arrepintió y lloró su pecado. Como consecuencia, compuso el famoso salmo 50:
“Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces”
Salmo 50, 3-6
Dios lo castigó ya que le dijo a David que iba a morir el hijo de David que nació de la mujer de Urías. Esto a pesar de los ruegos y las penitencias de David a Dios para que ese hijo no muriera. Sin embargo,el hijo murió. Como hemos dicho Dios le perdonó a David su pecado de adulterio y como una de las muestras de ello, posteriormente la mujer de Urías, concibió de David, al sabio rey Salomón.
San Pedro negó 3 veces a nuestro Señor Jesucristo pero se arrepintió. Lloró amargamente su pecado y su cobardía. Dios lo perdonó y lo ratificó como el primer papa:
“Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas” (Juan 21, 15-17)
San Pablo fue perseguidor de los cristianos. Les causó mucho sufrimiento y sin embargo, Dios lo llamó, tuvo su conversión y por lo tanto, Dios lo escogió como el "apóstol de los gentiles".
Antes de su conversión, San Agustín fue un empedernido pecador. Su conversión se debió a los ruegos de su madre, santa Mónica, así lo confiesa el mismo San Agustín, en su muy famoso libro autobiográfico titulado "Confesiones". Luego de convertido, San Agustín, fue obispo de Hipona. Uno de los "padres de la Iglesia" y uno de los teólogos más influyentes de la historia. Y así sucesivamente con varios santos.
Ahora bien, al final del libro hay un capítulo titulado de la siguiente manera:
“El defecto que no vi en ningún santo”.
Y el defecto que dice el Padre Jesús Urteaga que nunca vio en ningún santo fue la tristeza.
Pues bien, a pesar de la santidad de los jesuitas, evidentemente alguien pudiera escribir un imaginario libro titulado “Los defectos de los jesuitas”. Al fin y al cabo solo nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María están inmunes y libres de pecado. Jesús, Dios y hombre verdadero, es semejante a nosotros en todo menos en el pecado y la Santísima Virgen es “sin pecad concebida” lo cual es el dogma de la Inmaculada Concepción, esta verdad fue proclamada como Dogma de Fe por el Beato Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Inefables Deus.
De resto, del Papa para abajo todos somos pecadores:
«Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra» Juan 8: 7 y además «Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos». Juan 8: 9
El hermano ayudado por su hermano es tan fuerte como una ciudad amurallada
Frater qui adjuvatur a fratre quasi civitas firma" —“El hermano ayudado por su hermano es tan fuerte como una ciudad amurallada”. Proverbios 18: 1
Lo que vimos en el punto anterior en que los campeones de tercer año le ceden la copa a los de quinto año “porque se iban del colegio” es un ejemplo de esa solidaridad que nos enseñaron los jesuitas. En lo personal, luego de 18 años en que estudié con los jesuitas, no puedo negar que con más de uno tuve conflictos y problemas con algunos de ellos, por mi culpa o por la culpa de ellos o por culpa de los dos o como sea pero jamás a la hora de las chiquitas, a la hora que los busqué porque los necesitaba, porque necesitaba su ayuda, su apoyo o lo que fuere, ninguno me falló y cuando digo “ninguno”, literalmente quiero decir ninguno (estudié 13 años en colegio San Ignacio de Caracas y 5 años en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Igual me pasó con mis compañeros en el San Ignacio y en la UCAB, cuando los necesité ninguno me falló y cuando digo “ninguno”, literalmente quiero decir ninguno. Y esto que experimenté yo, lo vi con todos los otros compañeros en relación con todos sus compañeros, bien sea del San Ignacio o de la UCAB.
Por lo tanto, jamás vi falta de solidaridad, ni en jesuita ni en alumno de jesuita. Sea cuales quiere que fueren los defectos de los jesuitas o de los alumnos de los jesuitas, se ve que en todos caló muy hondo el lema de San Ignacio:
“En todo amar y servir”.
Esta verdadero sentido de la confraternidad de los jesuitas, que la practicaron y nos la enseñaron, me trajo a la mente |la siguiente publicación:
“Martín Luther King murió convencido en que la confraternidad humana es una fuerza más poderosa que el odio”
(Arístides Bastidas, El Nacional”, autor de la columna “la ciencia amena”, titular de prensa que salió publicado 5 de abril de 1968, al día siguiente del asesinato de Martín Luther King jr.)
3- “Una crítica injusta es un elogio disfrazado”.
Una de las cosas que más le tengo que agradecer a Dios en mi vida es haber estudiado 18 años de mi vida con los jesuitas:
Hay por ejemplo movimientos de apostolado fundados por los jesuitas que admiro, conozco y quiero mucho, tales como por ejemplo la maravillosa obra “Fe y Alegría” fundada por el insigne jesuita, el Padre Velaz SJ. También quiero y admiro mucho a San Ignacio de Loyola y demás santos y beatos de la Compañía de Jesús y a la vez, admiro profundamente la innegable obra jesuita a través de la historia. Lo que soy, en muy buena parte, se lo debo a los jesuitas, lo cual me hace tener una deuda eterna de gratitud hacia ellos. De una manera u otra los jesuitas marcaron mi vida y además le agradezco a Dios el haber conocido la vida y obra de “nuestro Padre San Ignacio”.
Alguien, de mi afecto, una vez me quiso decir una antipatía y me dijo lo siguiente:
“Luis, pareces un jesuita”.
A lo que le respondí lo siguiente:
“No parezco un jesuita, soy un jesuita…”.
Pretendió hacerme una crítica comparándome con los jesuitas ya que no estaba de acuerdo con algo que le dije. Sin embargo, lo que hizo, aunque no fue esa intención, fue decirme un elogio, es lo que dice Dale Carnegie en su libro “como suprimir preocupaciones y disfrutar de la vida:
“Una crítica injusta es un elogio disfrazado”.
Claro: la respuesta no fue literal, fue una manera de salirle al paso a una afirmación que más que contra mí fue dicha contra los jesuitas y pensándolo bien, de alguna manera, me siento como una suerte de “jesuita laico” lo cual es una expresión que canónicamente no existe, es una expresión que acabo de inventar cuando al escribir estas líneas me recordé del episodio que acabo de narrar con la persona de mi afecto que dijo una antipatía.
Tuve el privilegio que me tocaran buenos y excelentes profesores, algunos laicos y otros religiosos jesuitas, tales como Manuel Barroso que nos dio castellano y literatura y que fue “profesor guía”, el profesor Placido Lizancos que también nos dio castellano y literatura, un profesor gallego que nos decía que Cristóbal Colón era gallego, que había nacido en Galicia y que habían documentos al respecto; otro profesor era Miguel Osende Cuenca, otro simpático gallego que nos daba inglés y que en vez de decir “yesterday” decía “jesterday”, Francisco Tarajano que nos daba física y matemáticas y que era a la vez poeta, Palmiro González que nos dio química, era ingeniero petrolero y se compenetró mucho con nosotros, Esteban Bernal y José Rolán alias “Rolito” quienes sabían mucho de historia universal, el Padre Mendoza, alias “Boston” porque estudió en el Boston College que nos dio biología y nos dio un concepto cristiano de la ciencia, el Padre Salaverría SJ y Mariano Fuentes SJ, grandes profesores de religión y no Podía faltar en esta lista los muy queridos hermanos, entre ellos el Hermano Petit SJ que hacía excursiones con nosotros, el Hermano Bonet SJ, de Villa Loyola, el Hermano Garmendia SJ que estuvo como director de La Banda, el Hermano Calvo SJ que trabajó e inauguró el campo de Baseball, el Hermano Laca SJ que era el portero, el Hermano Pedro el de “la ventanita” de la librería, el Hermano Gerena que era el cocinero, el Hermano Zubizarreta que cuidada la piscina, el Hermano Pepe, ductor y guía del Dr Rafael Caldera, ex presidente de Venezuela y ex alumno del colegio San Ignacio, el Hermano Pepe murió en España y en el primer gobierno del Dr Caldera, éste logró la repatriación de sus restos mortales a Venezuela a que fuera enterrado con sus compañeros jesuitas, etc, etc, etc .
Por otra parte si de alguno se pudiera decir que fue un “jesuita laico” fue Germán Catillo Pinto, un verdadero apóstol de la docencia, quien entre muchas buenas o cosas nos enseñó que las cosas buenas hay que hacerlas, que hay que ser personas de bien y que las leyes hay por la convicción, porque es lo correcto y no por miedo a la sanción o a la coacción porque si no es así no se harán cuando se pueda burlar la coacción a la sanción.
Me he encontrado por ejemplo, con ex compañero del colegio San Ignacio, muy querido por mí, que al decir de él, perdió la fe nunca la tuvo. En lo personal creo que lo que tiene es una indigestión teológica/religiosa que hace que no sepa en lo que cree si es que en algo cree, Sin embargo, me confesó que de las mejores cosas que le ha pasado en si vida es haber estudiado en el colegio San Ignacio y que hizo los nueve primeros viernes
(más adelante hablaremos de esto).
4- El 31 de julio es el día de San Ignacio de Loyola.
San Ignacio es uno de los santos más grandes que hay y una de las figuras históricas más interesantes:
Había una hermosa costumbre en la época de nuestras abuelas que era la de celebrar los santos y no los cumpleaños, por ejemplo las “Josefinas” hacían un gran fiestón el día 19 de marzo, día de San José; las “Carmenes” el 16 de julio, día de Nuestra Señora la Virgen del Carmen, el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, celebraban su santo “las Conchitas”, el 12 de Diciembre, día de Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe, lo celebraban las llamadas “Guadalupe”.
Por cierto que el santuario de la Virgen de Guadalupe es después de Roma, el segundo lugar de peregrinación de mayor afluencia de peregrinos y además es la mayor procesión de América, siendo la segunda peregrinación en América la del el 14 de Enero, en Barquisimeto, estado Lara, Venezuela, día de Nuestra Señora la Virgen de la Divina Pastora, celebrando su santo ese día los que se llaman Pastor o Pastora; el 13 de junio, día de San Antonio de Padua, es el día que celebraban los “Antonio”, las “Antonieta” o “Antonia
El 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo celebraban los que se llamaran Pedro o Pablo, o Pedro Pablo; el 18 de Noviembre, día de Nuestra Señora la Virgen del Rosario de la Chiquinquirá: la Chinita, celebran las que se llaman Chiquinquirá, el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, celebraban las franciscas, el 27 de noviembre, día de la Virgen Milagrosa, celebraban las Milagros” y el 31 de julio celebraban las “Ignacia”, etc
Pareciera que esta hermosa costumbre de venerar a la Santísima Virgen, a los Ángeles y a los santos, creemos que se ha perdido mucho, ojalá estemos equivocados…
Sin embargo, creo que sí nos quedó como la cualidad de ser “ignaciano”, la veneración a la Virgen del Colegio que los que hemos estudiado en el Colegio San Ignacio de Caracas, la llevamos en la cartera junto con la cédula de identidad y sobre todo en el corazón….
5- “Fundador sois Ignacio y general
En 1994 fui a una muy agradable fiesta, y al final aquello terminó con mucha gente en la tarima cantando. De repente, a los ex alumnos del colegio San Ignacio que allí estábamos, nos salió como del alma, el cantar el cantar el “fundador sois Ignacio y general” que es del tenor siguiente:
“Fundador sois Ignacio y general de la compañía real
que Jesús con su nombre distinguió
la legión del Loyola con fiel corazón
Sin temor enarbola la cruz por pendón
Lance, lance a la lid fiero luzbel
a sus mounstros en tropel
Del luzbel las legiones se ven ya marchar
y sus negros pendones el sol ha de enlutar
Compañía de Jesús corre a la lid, a la lid
Del infierno la gente no apague su ardor
que ilumina la frente de Ignacio, el valor
y a voces escúchense de tropas bélicas
y alza sus lábaros en la batalla campal
fiel presagio, del lauro bélico y de la paz
del lauro y de la paz”.
Esto como que le picó a los “lasallistas” que empezaron a cantar su himno, lo único que recuerdo es que comenzaba así: “San Juan Bautista de la Salle”, esto a su vez nos picó a nosotros que volvimos a cantar nuestro himno en uno de los micrófonos, y ellos a su vez cantando el suyo en su respectivo micrófono; y por ahí comenzó una batalla entre Loyoltarras y “Lasallistas” a ver quién cantaba más alto, más fuerte y más duro.
A continuación nosotros gritábamos que éramos mejor que ellos y viceversa; claro, el asunto no pasó de ahí; al fin y al cabo unos y otros éramos amigos, pero la rivalidad que por ejemplo una vez vivimos.
6- El único que hace milagros es Dios.
Queremos resaltar un punto: si bien hay muchos dichos populares que les atribuyen milagros a los santos, el único que hace milagros es Dios.
Los santos, los ángeles, y hasta la Santísima Virgen María son mediadores, intercesores; cuando en las bodas de Canaán se cambia el agua en vino, el milagro lo hace Jesucristo; la Virgen María no lo hace, Ella es la que intercede para que su hijo Jesús lo haga; y es el caso que nada de lo que Ella le pida, Él no se lo va a negar, por eso hay quien llama a la Santísima Virgen María “la omnipotencia suplicante”.
En la piedad popular, a San Antonio de Padua le atribuyen ser el santo casamentero, porque consigue novio y esposo, en todo caso es Dios, por la intercesión de San Antonio, quien consigue novio y esposo, y así sucesivamente; además le atribuyen conseguir objetos perdidos, etc.
A san Judas Tadeo y a Santa Rita de Casia les atribuyen ser los santos de las causas desesperadas y de imposible resolución. A Santa Lucía los milagros que tienen que ver con la vista, etc. Pero al final es Dios el que hace los milagros, los santos solamente interceden ante Dios para que Dios haga los milagros.
Pues bien, descubrimos que a San Ignacio de Loyola se le encomiendan las señoras que no pueden tener salir embarazadas, teniendo este santo un altísimo porcentaje de éxito en interceder ante Dios para estos fines. Conocemos a dos señoras que al encomendarse a San Ignacio lograron salir en estado, teniendo hijos varones, y en agradecimiento les pusieron a sus respectivos hijos como segundo nombre el de “Ignacio”.
7- San Onofre
En la iglesia de San Francisco de Caracas, se venera también a San Onofre. Esta es una iglesia regentada por los jesuitas, donde el 14 de octubre de 1813 se proclamó a Simón Bolívar como Libertador. San Onofre fue un santo que vivió en el desierto y que fue muy venerado por San Ignacio.
Pues bien, este santo es muy venerado por los estudiantes y es impresionante ver la cantidad de medallas de graduación que están en la iglesia de San Francisco junto a la imagen de San Onofre, esto en agradecimiento por la ayuda dada para haber llegado a la meta de la graduación, etc. Además es uno de los santos que más le atribuyen intercesiones ante Dios para la buena salud y el trabajo.
San Ignacio de Loyola fue devoto de san Onofre, lo dio a conocer en gran manera y los jesuitas han proclamado la devoción a san Onofre.
8-“Los nueve primeros viernes”
Otra devoción que nos inculcaron los jesuitas fue la devoción de “los nueve primeros viernes”:
En el año 1673, en el monasterio de Paray-le-Monial, Francia, el Sagrado Corazón de Jesús se le apareció a Santa Margarita María Alacoque, a quien le hizo varias promesas, una de ellas es la siguiente:
“Te prometo, por la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente obtendrá para todos aquellos que comulguen nueve primeros viernes del mes consecutivos, la gracia de la penitencia final, que no morirán en mi enemistad, sin recibir los sacramentos y que mi divino Corazón será su refugio asegurado en la última hora. Nada temas, Yo reinaré a pesar de mis enemigos y de todos aquellos que buscarán oponerse”.
En el año 1670, San Juan Eudes introdujo por primera vez una fiesta pública al Sagrado Corazón de Jesús, Por otra parte, San Claudio la Colombière era un sacerdote jesuita que fue el confesor de Santa Margarita María Alacoque, vemos que las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús fueron tres años después de la introducción fiesta pública al Sagrado Corazón de Jesús. Por lo tanto, por ser jesuita San Claudio la Colombière, los jesuitas quedaron encargados de propagar las devoción al Sagrado Corazón de Jesús y especial de los 9 primeros viernes.
Los jesuitas nos enseñaron esta maravillosa y extraordinaria devoción.
9- La autoridad, el gobierno y el poder concebidos como un servicio
Es mucho lo que se ha escrito sobre san Ignacio de Loyola, hay excelentes biografías sobre él, en este escrito queremos dar unas breves pinceladas de algo que nos impresionó mucho de San Ignacio al crear la Compañía de Jesús y está relacionado en lo que es el sentido del poder y la autoridad ya que fueron concebidos por San Ignacio como un servicio, nos explicamos mejor:
San Ignacio tenía varios lemas:
“A la mayor gloria de Dios”
“Excelsior”
“En todo amar y servir”.
Es en esto último es donde en este momento vamos a poner la lupa:
Es imposible que el ser humano no funcione con autoridad, el mismo Jesucristo puso una cabeza: San Pedro:
“Y yo a mi vez te digo que tú eres Pablo VI, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”. Mateo 16:18-19.
Hasta los animales tienen una jerarquía: las abejas tienen una Reina Madre, el león es el rey de la selva, etc.
Los “líderes” de los jesuitas, como de la mayoría de las órdenes y congregaciones religiosas, se llaman “el superior”. Si analizamos esta palabra vemos que es muy fuerte; no es “el jefe”, no es “el guía”, no es “el coordinador”, no es ni siquiera “el amigo”, es “el superior”, es decir, el que “manda” es “el superior”…
Sin embargo, la función del “superior” no es la del que “manda”, es la de un servicio, que por lo general es rotativa y por tiempo determinado.
Alguien tiene que ser el que “manda” (“superior”) y luego ese “superior” pasa a estar a las órdenes del nuevo “superior” y por lo tanto, el “ex superior” deja de ser “superior” sin que por ello sea una degradación, un “despido indirecto”, una “botada”, “pasar a un puesto inferior” o afín
Ilustraremos lo anterior con un ejemplo:
En la década de los noventa y principios del 2000, el Padre Arturo Sosa Abascal SJ fue “provincial” de los jesuitas en Venezuela, hoy es día es el Padre General de la Compañía de Jesús, sucesor de San Ignacio, de San Francisco de Borja, del Padre Diego Laínez SJ, del Padre Pedro Arrupe SJ, del holandés Padre Peter Hans Kolvenbach SJ, etc.
Vale decir, ahorita el Padre Arturo Sosa SJ es el “Padre General” de los jesuitas en todo el mundo, es el superior de los superiores de todos los jesuitas del mundo (“el jefe” de todos “los jefes” de los jesuitas del mundo) pero cuando fue “provincial” de los jesuitas en Venezuela fue el superior de todos los superiores de los jesuitas en Venezuela (“el jefe” de todos “los jefes” de los jesuitas en Venezuela).
Recuerdo que en 1998, el colegio San Ignacio cumplió 75 años de fundado. Por lo tanto, en 1998 hubo una Misa y un extraordinario acto en el colegio al que tuve el honor de asistir. Recuerdo que el “Padre General” era el Padre Peter Hans Kolvenbach SJ el cual vino especialmente a Venezuela a presidir dicho acto junto al Padre Arturo Sosa SJ para ese entonces era “el provincial” de los jesuitas en Venezuela. Hasta ese momento, el Padre Arturo Sosa SJ había sido el único provincial de los jesuitas en Venezuela nacido en Venezuela.
En 1996, el Padre Arturo Sosa SJ fue nombrado “provincial” de los jesuitas en Venezuela pero antes de 1996, era el director de la revista SIC y vivía en la comunidad Gumilla. Antes del nombramiento del Padre Arturo Sosa SJ como “provincial” de los jesuitas en Venezuela, el “provincial” era otro, si no nos equivocamos, el “provincial” era el Padre Alejandro Goñi SJ. Por lo tanto, para ese momento el Padre Arturo Sosa SJ obedecía al Padre Alejandro Goñi SJ.
Pues bien, en 1996, al asumir el Padre Arturo Sosa SJ el cargo de “provincial” de los jesuitas en Venezuela, el Padre Goñi SJ pasó a un nuevo cargo en la comunidad jesuita venezolana pero en obediencia al Padre Arturo Sosa SJ quien para ese momento pasó a ser el “superior” del Padre Alejandro Goñi SJ y quien a su vez hasta hace poco tiempo había sido “el superior” del Padre Arturo Sosa SJ, etc. Esto se dio sin que por eso el Padre Goñi SJ hubiese sido degradado o desmejorado en su condición, ni que tampoco el Padre Arturo Sosa SJ hubiera si do “ascendido” como por ejemplo se entiende en el mundo militar y puesto por encima del Padre Alejandro Goñi SJ y de sus restantes hermanos jesuitas, porque mandar para los jesuitas es un servicio y no un acto de poder o mando de otro tipo.
Posteriormente, el Padre Arturo Sosa SJ dejó de ser el “provincial”. Por lo general, dicho cargo es por un período de seis años, el Padre Arturo Sosa SJ fue posteriormente rector de la Universidad Católica del Táchira, el “provincial” sucesor del Padre Arturo Sosa SJ fue el Padre Jesús Orbegozo SJ y no por eso el Padre Arturo Sosa SJ “fue menos” y el Padre Jesús Orbegozo SJ “fue más”, no se trató de un “ascenso” o “subida”, o de un “descenso” o “bajada”, se trata que alguien tiene que servir mandando y alguien tiene que servir obedeciendo, más nada.
Al día de hoy el Padre Jesús Orbegozo es el rector del colegio San Ignacio en Caracas y el Padre Arturo Sosa SJ es el Padre General de los jesuitas en todo el mundo y no por eso, hablando en términos estrictamente en términos materiales y no espirituales el Padre Jesús Orbegozo SJ se desvalorizó y no por eso el Padre Arturo Sosa SJ se revalorizó, tampoco se desvalorizó o revalorizó el Padre Alejandro Goñi SJ.
No se puede entender lo anterior en términos como se ven en ascensos o descensos, de premios o condecoraciones, como por ejemplo se entiende en el mundo militar, empresarial, deportivo, conexos o afines a lo anterior, sino de un servicio; sin por eso desmeritar los ascensos, premios condecoraciones, subidas. No estamos diciendo que sea malo el ascender, el progresar, el conquistar, el ganar más, el superarse ni tampoco que sea bueno lo anterior; lo que sí estanos diciendo es que en esto de la jerarquía, la autoridad y el “poder” eclesiástico, en el mundo de los jesuitas y demás órdenes, congregaciones o carismas religiosos de la iglesia católica creemos que se aplica que lo que le dijo nuestro Señor Jesucristo a Poncio Pilato:
“Mi Reino no es de este mundo”. Jun 18: 36
El concepto de autoridad y poder que tienen los jesuitas y demás órdenes o congregaciones religiosas no es de este mundo.
Es más, a finales de 2009, el Padre Arturo Peraza SJ es nombrado “provincial” de los jesuitas en Venezuela. En comparación con los padres Sosa Abascal, Orbegozo y Goñi, el Padre Peraza es como decimos en Venezuela “un chamo”, que bien pudiera ser hijo de cualquiera de estos tres.
El Padre Arturo Ernesto Peraza Celis, SJ nació en Caracas, el 20 de noviembre de 1965, en 1984 se graduó de Bachiller en Ciencias en el Colegio San Ignacio e inmediatamente de graduado de bachiller el Padre Peraza inició la carrera de Derecho en la UCAB y al año siguiente, el 27 de septiembre de 1985, ingresó al noviciado de los jesuitas en Barquisimeto, Lara.
Y es el caso que durante un tiempo “el chamo” del bueno del Padre Peraza fue superior de los padres Arturo Sosa SJ, Alejandro Goñi SJ, Jesús Orbegozo SJ, Fernando Moreta SJ (ex capellán de la EFOFAC), Mariano Fuentes SJ, Pedro Galdos SJ, José Luis Andueza SJ, Luis Ugalde SJ (ex rector de la UCAB), Martínez de Zúñiga SJ (“Ñato”), Benito Azcune, SJ, Álvaro La Casta SJ, Dionisio La Huerta SJ, Francisco Javier Duplá SJ, Lorenzo Mendoza SJ, José del Rey, quien fuera rector de la UCAB extensión Táchira,Ignacio Castillo SJ, quien hizo un extraordinario trabajo en el museo de arte en Choroní pero la mezquindad y envidia hizo que algunos injustamente se lo quitaran, injusto maltrato que le afectó fuertemente su salud, Gustavo Sucre SJ (ex secretario de la UCAB), José Virtuoso SJ (actual rector de la UCAB), JJ Peñalba SJ, etc, etc, etc.
Aunque para el momento que el entonces “chamo” Padre Peraza SJ fue” provincial”, había algunos jesuitas para ese momento ya fallecidos que vale la pena recordar:
Padre Carmelo Vilda SJ, Padre Luis Andreu SJ, Padre Genaro Aguirre SJ, Padre Luis Olasso SJ, Padre Fernando Pérez Llantada, Padre Pedro Pablo Barnola SJ, capellán del Dr Rafael Caldera en su primer gobierno, Hermano Gregorio Lanz SJ, Padre Leonidas Pinto Salinas SJ, Padre Francisco Arruza SJ, Padre Tuñón SJ, Padre Jesús Juaristi SJ, Padre García Pacual SJ, Padre Ganuza SJ, Padre Fernando Pernaut, Padre Giménez Landinez SJ, Padre Reyna SJ, ex rector de la UCAB, Padre Carlos Plaza, SJ, uno de los dos padres Baquedano SJ, el otro aún vive, etc, etc, etc
Contaremos una anécdota:
Tengo el honor de conocer al Padre Peraza SJ, un gran jesuita pero igualmente en comparación conmigo no deja de ser “un chamo”, bien pudiera ser hijo mío, le llevo unos cuantos años. Cuando en el año 2009 lo nombraron “provincial” me sorprendí, no porque careciera de méritos que le sobran sino porque era “un chamo” para ocupar el cargo de “provincial” de los jesuitas en Venezuela.
Pues bien, fui donde mi profesor de religión en bachillerato en el colegio San Ignacio, el santo jesuita del Padre JJ Peñalba SJ, ya fallecido y a quien tenga en su gloria le pregunté que qué opinaba que un hombre tan joven pudiera ser “provincial”. Es decir, que fuera “superior” de unos cuantos “viejos” si es que dicha palabra aplicaba. El Padre Peñalba SJ me contestó que le parecía muy bien, le pregunté que por qué y me respondió que “los jóvenes siempre traen ideas nuevas y eso es muy positivo”.
Al día de hoy el Padre Arturo Peraza SJ es Vicerrector de la Extensión UCAB Guayana en donde hace una excelente labor y el nuevo “provincial” es el Padre Rafael David Garrido Vargas SJ, otro “chamo” que nació el 24 de octubre de 1972, en Barquisimeto, estado Lara.
Es impresionante este servicio de los jesuitas, tanto en el mandar como en el obedecer. Bien lo decía San Ignacio: “en todo amar y servir”, sobre todo cuando uno ve tanta gente que se mata por el poder y la autoridad y que no los concibe como un servicio sino como una manera de servirse, de enriquecerse, de oprimir a los demás, de buscar que le adulen y que le jalen y además de tratar de perpetuarse en el poder, sin límites de ninguna especie y sin ningún tipo de escrúpulos; es decir tener lujuria y avaricia de poder, como tantas veces se lo hemos visto a tantos gobernantes en todas partes y en todas las épocas.
Este sentido de la humildad en poder y la autoridad por parte de los jesuitas, concebido como un servicio, es para nosotros una de las cuestiones que más nos ha impresionado y enseñado en la vida, el de la verdadera humildad, sobre todo en el poder y en la autoridad que fue concebido por San Ignacio en el sentido Cristiano de la palabra. El poder es para servir y no para servirse. Por lo tanto, “el poder” que ejerció San Ignacio de Loyola como Padre General de la compañía de Jesús lo ejerció para servir y no para ser servido (como debe ejercerlo todo Padre General de la Compañía de Jesús). Jesucristo lo dijo:
“No he venido a ser servido sino a servir” (Mateo, 20,28).
También, al lavarle los pies a los pies a los apóstoles, Jesucristo nos enseñó cómo se debe ejercer el poder y la autoridad todo jesuita y todo religioso:
-«¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis» (Juan 13, 12-15).
Leamos otro pasaje del Evangelio que nos ilustra lo que debe ser el verdadero servicio sobre todo cuando se ejerce el poder y la autoridad por parte de los jesuitas y demás religiosos:
“Más Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder.
No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» Mateo 20: 25-28.
10- “Jesuita” viene de su devoción al Santísimo Nombre de Jesús
Vamos a resaltar algunas características de San Ignacio y su gran obra la Compañía de Jesús, los jesuitas:
Se llaman “jesuitas” por su devoción al Santísimo Nombre de Jesús:
Los jesuitas tienen su sede central mundial en Roma y la iglesia que está unida a esta sede es la iglesia del Iglesia del Gesù, De acuerdo a Wikipedia “la iglesia del Gesù (en italiano, Chiesa del Sacro Nome di Gesù, o iglesia del Santo Nombre de Jesús) situada en la plaza del Gesù en Roma, es la iglesia madre de la Compañía de Jesús… Su fachada está reconocida como «la primera verdaderamente barroca y fue el modelo de innumerables iglesias jesuitas en todo el mundo, especialmente en el continente americano”. Fin de la cita.
En dicha iglesia, el Lunes Santo de la Semana Santa, entre otros jesuitas fue celebrada la ordenación de diácono de los venezolanos Ricardo Márquez y Arturo Sosa Abascal que como hemos dicho es el actual Padre General de la Compañía de Jesús, tuve el honor y la honra de haber asistido a dicha ordenación.
La invocación del nombre de Jesús, tiene muchos apoyos en la Santa Biblia, entre ellos los siguientes:
A) “El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros”. Mateo 1, 18-23
B) El ciego Bartimeo gritaba: “Jesús, hijo de David, ten compasión de mí”… Jesús le preguntó; “¿Qué quieres que haga por ti?”. Él le respondió: “Maestro, que yo pueda ver”. Jesús le dijo; “vete tu fe te ha salvado”. En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino” (Marcos 10, 46 – 5).
C) "Al nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en el abismo. Y que toda lengua proclame que Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre". Carta de San Pablo a los Filipenses 2,11.
Cuando se dice “el abismo”, estamos hablando del Infierno, donde están los demonios.
D) "Y con Él crucificaron dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda de Él. Y fue cumplida la Escritura que dice: Y fue contado entre los inicuos”.
"Uno de los malhechores le insultaba diciendo: ¿No eres Tú el Mesías? Sálvate a Ti mismo y a nosotros.
"Más el otro, respondiendo, le reconvenía diciendo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros, la verdad, lo estamos justamente, pues recibimos el justo pago de lo que hicimos; más Éste nada ha hecho; y decía: Jesús, Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. Jesús le respondió: En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso" (Marcos 17, 27s. y Lucas 23, 39-43)
E) En aquel tiempo, yendo Jesús de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Al verlos, les dijo: Id y presentaos a los sacerdotes. Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: ¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha salvado”. Evangelio según san Lucas 17, 11-19
11-Jesús Hombre Salvador
-De todo lo anterior se desprende una las devociones de San Ignacio y de los jesuitas que es la siguiente:
JHS
¿Qué significa el monograma JHS?
Henry Vargas Holguín | May 11, 2017
Este monograma se encuentra en solitario en muchas partes (escudos, altares, manteles, puertas de sagrarios, etc) pues hace referencia a Jesús.
El monograma IHS sencillamente es la transcripción latina del nombre abreviado de Jesús en griego; es decir del nombre Jesús en griego Ιησούς (en mayúsculas ΙΗΣΟΥΣ) viene de la abreviatura, iota-eta-sigma (sustituyendo la letra sigma final por la S).
Este monograma ha dado lugar a interpretaciones varias. La única aceptada es la abreviación latina de la frase “Iesus Hominum Salvator” (IHS), traducida al español como Jesús salvador de los hombres.
Otros finalmente pueden interpretar erróneamente las tres letras como Jesús Hombre Salvador, o Jesús Hostia Santa.
El monograma IHS fue adoptado como sello por san Ignacio de Loyola fundador de los Jesuitas o de la Compañía de Jesús, y se convirtió en el símbolo de la misma congregación tras usarlo así Ignacio en su sello como superior general. El papa Francisco, miembro de los jesuitas, tiene este monograma en su escudo episcopal.
12- La milicia espiritual contra la Reforma de Lutero
San Ignacio era militar y que quedó herido mientras defendía el castillo de Pamplona. Por Internet circula un escrito cuyo autor desconocemos pero que creemos que explica muy bien la parte militar de San Ignacio:
“La compañía de Jesús fue fundada por un noble vasco, ex soldado y caballero: Iñigo de Loyola, conocido más tarde como San Ignacio de Loyola (1491-1556); por eso tienen una estructura militar y llaman al superior de la orden "General" y a la orden "Compañía" pero en sentido castrense, no empresarial…
San Ignacio, conocido por Iñigo de Loyola, prefirió cambiar su nombre de pila y “españolizarlo” a Ignacio. Iñigo o Iñaki es un nombre vasco. Aunque durante su vida militar destacó como excelente jinete y eso lo haría merecedor de pertenecer a la caballería, prefería más el asunto organizacional dentro del ejército, de ahí que cultivó una extraña afición al orden y a la disciplina, pero terminó siendo artillero con muy mala suerte porque una bala de cañón casi le vuela la pierna durante la guerra entre Navarra, Francia y España (1521). Fue llevado a su castillo y por las heridas tuvo que estar en cama meses. San Ignacio… descubrió su vocación. Dejó las armas y comenzó un largo camino al éxito”. Fin de la cita.
San Ignacio llevó lo militar a lo espiritual. Arturo Uslar Pietri en su libro Valores Humanos dice que San Ignacio creó una “milicia espiritual”.
Arriba leímos el léxico castrense:
La Compañía de Jesús
Los ejercicios espirituales
El Padre General, que es el superior universal de los jesuitas en todo el mundo.
Las palabras “compañía”, “ejercicios” y “Padre General” vienen del léxico militar.
Los jesuitas funcionan con la disciplina militar.
Para muestra un botón:
El Padre Fernando Moreta SJ que fue nuestro maestro en el Colegio San Ignacio era “el prefecto de la disciplina”.
Basado en la disciplina, San Ignacio San Ignacio planteó "la contra-reforma" para disciplinadamente combatir la reforma de Lutero. Era verdad que había una espantosa corrupción de algunos dentro de la jerarquía de la Iglesia pero la diferencia entre Lutero y San Ignacio es que San Ignacio reformó desde adentro mientras que Lutero “reformó” rompiendo la comunión con el Papa. Es decir Lutero dividió, es decir creó un cisma.
Lutero era un sacerdote de la orden de los agustinos, es decir que siguen a San Agustín. Lutero es llamado un reformador. Es de notar que Lutero como religioso que era, tenía un voto de obediencia, de todas maneras planteó una reforma. Hay quien dice que el voto más difícil no es el de castidad sino el de obediencia.
El actual Código de Derecho Canónico en su artículo 751 define lo que es el cisma:
“Se llama cisma, el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos”
Si bien el actual código es del año 1983, el concepto de cisma de hoy en día es igual al de la época de Lutero en 1520 y por lo tanto como más adelante
El cisma de Lutero fue en base a reformas teológicas, bíblicas y doctrinales con la Iglesia; por ejemplo basó la salvación del alma solo en la fe y pretendió eliminar las buenas obras y la caridad como requisito para salvarse. Lutero tradujo La Biblia al alemán, sin embargo borró la epístola de Santiago que dice que no basta la fe para salvarse, también hacen falta las obras. Santiago dice que la fe sin obras es fe muerta y que es como un cadáver; es decir: un cuerpo sin alma.
La epístola Santiago a que hacemos referencia, es la del apóstol Santiago llamado el menor, para contraponerlo al hermano de Juan y a la vez patrono de España. Hay una peregrinación llamada “el camino de Santiago”, pero es en base a Santiago, el hermano de Juan.
Ahora bien, el cisma del fundador de “la Iglesia de Inglaterra”, el rey de Inglaterra Enrique VIII, fue diferente:
Al morir el rey Enrique VII (21 abril 1509), su hermano se convierte en el nuevo soberano de Inglaterra como Enrique VIII. Dos meses más tarde, el 11 de junio, en la capilla de Grey Friars, en el palacio de Greenwich, se casó con Catalina de Aragón viuda de su hermano Arturo e hija de los reyes católicos: Fernando de Aragón e Isabel de Castilla (Isabel la Católica).
Enrique VIII fue al principio un príncipe culto e inteligente que empleó su brillantez contra la "Reforma Protestante" que como antes dijimos fue lanzada por Lutero en 1520, mostrándose a la vez enérgico "defensor de la fe católica", título que le dio el papa León X por el Tratado de "los siete sacramentos" que escribió en 1521, libro en el que tuvo gran influencia Santo Tomás Moro.
Su matrimonio con Catalina de Aragón, pese a haber sido fecundo, no le había dado herederos varones vivos -los 3 hijos varones murieron casi enseguida-, por lo que Enrique pidió al papa la disolución de su matrimonio con Catalina de Aragón (1527). Enrique VIII había pensado que su enlace estaba maldito por haberse desposado con la viuda de su hermano y que por ello no podía engendrar un heredero. El Papa negó la petición de Enrique VIII y por lo tanto, Enrique VIII decidió romper con Roma, aconsejado por Thomas Cranmer y Thomas Cromwell crea un cisma; al romper con el Papa y separarse de La Santa Sede, crea un cisma.
El rey Enrique VIII decidió hacerse con la autoridad suprema de la Iglesia en Inglaterra e impuso la obligación de tomar el juramento llamado "Oath of Supremacy" aprobado por el Parlamento en 1534. ("Juramento de Supremacía").Dicho juramento consistía a que en materia eclesiástica, el rey de Inglaterra pasaba a estar por encima del Papa. Dicho juramento consistía en reconocer que el rey de Inglaterra es "la cabeza de la iglesia de Inglaterra" y no el Papa, tal como sigue siendo para los anglicanos al día de hoy ("episcopales" en USA). Para los anglicanos la actual reina Isabel II sigue siendo la cabeza de la iglesia de Inglaterra.
El papa Clemente VII respondió con la excomunión del rey Enrique VIII. La Iglesia de Inglaterra quedó desligada de la obediencia de Roma y convertida en una Iglesia nacional independiente cuya cabeza era el propio rey lo cual permitió a la Corona expropiar y vender el patrimonio de los monasterios; los católicos ingleses que permanecieron fieles a Roma fueron perseguidos como traidores y ejecutados varios de ellos, como algunos jesuitas y sus dos principales exponentes: el ex canciller Tomás Moro y el cardenal obispo de Rochester John Fisher.
En 1935, cuatrocientos años después de su martirio John Fisher y Tomás fueron canonizados y nombrados "mártires" por el Papa Pío XI" y Juan Pablo II nombró a Santo Moro como patrono de los políticos y gobernantes.
A pesar de lo anterior y aquí viene su principal diferencia con Lutero, Enrique VIII no permitió que se pusieran en entredicho los dogmas fundamentales del catolicismo (dictando los «seis artículos» de 1539); aunque no pudo evitar que después de su muerte, Cranmer realizara la reforma de la Iglesia anglicana que la situó definitivamente en el campo del cristianismo protestante, con la introducción de elementos luteranos y calvinistas como ha sido hasta hoy en día.
Lutero pretendió tener el apoyo de Enrique VIII para para su “reforma” pero Enrique VIII lo rechazó, como diríamos al día de hoy, “Enrique VIII lo mandó de paseo”. Como antes dijimos, lo de Enrique VIII no era teológico como sí era lo de Lutero, lo de Enrique VIII era un asunto meramente personal, pretendió que el Papa le disolviera su matrimonio nulo con Catalina de Aragón para poderse casar con Ana Bolena pero hasta ahí. Por su oposición a Lutero, los anglicanos reconocen a San Ignacio de Loyola como santo, ya que este hizo la llamada “Contrarreforma”.
Por lo tanto, motivado por entre otras cosas como lo era enfrentar a Lutero, aademás del voto de pobreza y del obediencia, San Ignacio estableció el cuarto voto:
El voto de obediencia al Papa.
Obediencia ciega al Papa
Una quinta columna en favor del Papa.
El Santo Padre Francisco, que no por ser Papa ha dejado de ser jesuita, una vez hizo una broma, una chanza sobre su voto de obediencia al Papa ya que él era el Papa y debía de obedecer al Papa)
San Ignacio quiso que los jesuitas tuvieran la mejor formación intelectual posible, por eso al principio fue a estudiar a la Universidad de Alcalá de Henares. Luego quiso ir a una Universidad mejor y fue a la Universidad de Salamanca. Luego fue a la mejor Universidad de su tiempo, a la Universidad de París, para combatir a Martín Lutero, con las armas de la inteligencia y la cultura y de la mejor manera posible.
Quizás si Lutero hubiera reformado desde adentro, como lo hicieron Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz y San Ignacio, a lo mejor hubiera sido San Martín Lutero, pero obviamente que esto último no son sino especulaciones nuestras.
13-Las Esclavas de Cristo Rey
San Ignacio estableció que todos los miembros de la Compañía de Jesús, fueran hombres, ni una sola mujer. Las monjas de Villa Loyola del colegio San Ignacio y del colegio Cristo Rey no son monjas jesuitas, son Esclavas de Cristo Rey. Esta congragación religiosa para monjas fue fundada por el Padre Pedro Legaria, estas monjas siguen la espiritualidad de San Ignacio pero no son jesuitas, tienen los Ejercicios Espirituales y demás metodologías para encontrarse de la manera más eficaz posible para “mayor gloria de Dios” y “en todo amar y servir” pero “las esclavas de Cristo Rey” no forman parte de “la Compañía de Jesús”. Es de notar que “la Compañía de Jesús” la fundó San Ignacio exclusivamente para varones.
Nombraremos algunas de las monjas Esclavas de Cristo Rey, de grato recuerdo, que nos dieron clases en Villa Loyola, son las siguientes:
La Madre Zolana, la Madre Bayano, la Madre Ursúa, la Madre Lara, la Madre Andueza, la Madre Mercedes que era la superiora de Villa Loyola, etc.
14- San Francisco de Borja
Veamos el caso de San Francisco de Borja (1510-1572) y su relación con San Ignacio de Loyola
De niño, su familia lo mandó a la corte del emperador Carlos V, en la que se destacó. Contrajo matrimonio con doña Leonor de Castro, camarera mayor de la emperatriz Isabel.
Llegó a ser «gran privado» del emperador, Caballerizo de la Emperatriz, duque de Gandía y virrey de Cataluña.
Sin embargo, este noble tuvo un gran choque en su vida:
En 1539, le tocó escoltar el cuerpo de la emperatriz, Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, desde Toledo donde había fallecido a la tumba que le tenían preparada, en Granada.
En consecuencia, en Toledo, tuvo que sellar la tumba de una de las reinas más hermosas jamás vistas y reabrirla al llegar a Granada, como en efecto hizo. Reabrió la tumba y vio el cadáver tan pero descompuesto, que según dijera el propio Francisco de Borja, el cadáver estaba "irreconocible" y ante aquel trauma decidió que “nunca más serviré a un señor que se me pueda morir".
En efecto, en 1546, su esposa Leonor murió y Francisco decidió entrar en la Compañía de Jesús, pero San Ignacio le exigió que antes de entrar, tenía que dejar arreglados sus asuntos terrenales.
En consecuencia, renunció a sus títulos en favor de su primogénito, Carlos. Quedando libre de ataduras mundanas, se le ofreció el título de cardenal, lo cual rechazó, prefiriendo la vida de jesuita como “predicador itinerante”, pasando de virrey/duque, a vivir una muy austera.
Fue el tercer “Superior General de los jesuitas”.
Francisco Borja fue canonizado en 1671, por el papa Clemente X.
Es muy impresionante eso de “nunca más serviré a un señor que se me pueda morir".
15- San Francisco Javier
“Un buen día San Francisco Javier se encuentra con un estudiante guipuzcoano, cojo, recogido y muy piadoso, 16 años mayor que él y contra el cual habían luchado sus dos hermanos mayores en las murallas de Pamplona, por lo tanto enemigos políticos.
Era Iñigo de Loyola. Providencialmente se hospedaron en la misma habitación del Colegio Mayor de Santa Bárbara. Mientras Javier era un joven fogoso, de porte distinguido y apuesto, con anhelos de gloria, queriendo brillar en el mundo. Ignacio sólo ambicionaba la gloria de Dios y servir a la Iglesia. Javier rehuía a Iñigo, Iñigo le prestaba dinero y sobre todo se alistaba a sus clases cuando ya Javier las daba y le buscaba alumnos. Los favores de Iñigo, su constante ejemplaridad y la reiterada pregunta de Ignacio "¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?"
Por fin Iñigo logró que Francisco hiciera los "Ejercicios Espirituales", guiado por él y quedó transformado por la gracia. Decidió renunciar al mundo, alistarse en la bandera del Rey Eternal y seguir a Iñigo hasta formar parte de los siete compañeros fundadores de la Compañía de Jesús. Iñigo había conseguido, como buen alfarero, reconstruir aquella masa, la más difícil que había tenido en sus manos, según sus mismas palabras, en un instrumento colosal que convirtió un mundo de almas”.
Fin de la cita, tomado de catholic.net. San Francisco Javier. Reportaje por Jesús Martí Ballester.
Papa Clemente XIV
16- Disolución y resurrección de la Compañía de Jesús
La orden religiosa que más han sido los más combatidos y los más perseguidos.
El 27 de marzo de 1767, el rey Carlos III expulsa a los jesuitas de España, “así de todos sus dominios, incluyendo a los que desde 1664 venían evangelizando las regiones del Orinoco y del Meta”. El papa Clemente XIV, el 21 de julio de 1773, promulgó el breve Dominus ac Redemptor por el que disolvió la Compañía de Jesús pero en 1814 el papa Pio VII los restableció (el Papa Pio VII fue el Papa de la coronación de Napoleón).
En 1848, José Tadeo Monagas expulsó a los jesuitas de Venezuela pero ese decreto no tuvo ningún efecto práctico ya que en 1848 no había jesuitas en Venezuela. Sin embargo, en 1916 el general Juan Vicente Gómez permite que vuelvan a Venezuela, por eso, en el año 2016 fueron celebrados los 100 años de la vuelta de los jesuitas a Venezuela.
Cuenta el bueno del Padre Luis Ugalde SJ que cuando el general Gómez autorizó el regreso de los jesuitas a Venezuela dijo “que los jesuitas vengan pero que no hagan ruido”, a lo que el Padre Ugalde SJ dijo que “es muy difícil que los jesuitas no hagan ruido”.
En 1981, San Juan Pablo II, interviene la Compañía de Jesús pero en 1987, comenzó la reconciliación con los jesuitas. A tal efecto, en dicho año, del 8 al 15 de marzo, San Juan Pablo II, invitó al para entonces al superior general de los jesuitas, el padre Peter Hans Kolvenbach, a predicarle ese año, los ejercicios espirituales a él y a toda la curia romana. Eso fue un gesto muy significativo.
Y la más grande sorpresa jesuítica de los últimos tiempos, en el año 2013, un jesuita, el cardenal Jorge Mario Bergoglio es electo papa, tomando el nombre de Francisco.
Jorge Mario Bergoglio, “nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, como hijo de inmigrantes italianos, su padre fue empleado de ferrocarriles en la capital argentina. Allí Bergoglio fue a una escuela técnica, donde se recibió como técnico químico. Pero a los 21 años ingresó en el seminario y fue ordenado sacerdote en 1969. Luego fue consagrado como Obispo de Buenos Aires en 1992”, al ser consagrado como obispo, aunque ya no tenía “disciplina jesuita, no por eso dejó de ser jesuita. El jesuita responde a su superior, el obispo responde al Papa. El Padre Bergoglio, de responder ante el superior jesuita, al ser ordenado obispo pasó a responderle al Papa, pero sin dejar de ser jesuita e incluso porque haya llegado a Romano Pontífice, no por eso ha dejado de ser jesuita, al igual que San Pio V, que no por haber llegado a Papa, dejó de ser dominico; lo que pasa es que al ser Papa le reportan directamente a Dios:
Cuentan que cuando el obispo Angelo Roncalli, era obispo, el futuro Papa san Juan XXIII, a veces se despertaba en la media noche inquieto por un determinado problema pero se decía a sí mismo que “lo consultaré al Papa” y luego se dormía tranquilo pero que a veces, siendo Papa le sucedía lo mismo y se volvía a decir a sí mismo que “lo consultaré al Papa” pero luego se respondía “pero si el Papa soy yo” pero al final se auto respondía “bueno, lo consultaré al Espirito Santo” y en consecuencia se volvía a dormir tranquilo.
Como dato anecdótico diremos que como San Pío V era dominico y ellos llevan la sotana blanca, es a partir de este Papa que los romanos pontífices se visten con sotana blanca, no es como sale en muchas películas que ponen a los romanos pontífices de sotana blanca antes de esta fecha. Este es el Papa de la victoria de la batalla de Lepanto que fue el día 7 de octubre de 1572. Dicho Papa mandó a rezar el Santo Rosario para que se ganara dicha batalla y en agradecimiento de tan espléndida victoria, San Pío V mandó que en adelante cada año se celebrara el siete de octubre, la fiesta del Santo Rosario y que en las letanías de la Virgen que se rezan al final Rosario se añadiera siempre esta oración:
“María Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros”.
En agradecimiento de tan espléndida victoria, San Pío V mandó que en adelante cada año se celebrara el siete de octubre, la fiesta del Santo Rosario y que en las letanías se rezara siempre esta oración:
“María Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros”.
17- La labor de los jesuitas es innegable:
Se han destacado en todos los ámbitos de la actividad humana: en las ciencias, en las artes, en la educación, en la ayuda social, en la astronomía, tanto es esto así, que el director del observatorio espacial de EL Vaticano, es un jesuita. También en los campos de la comunicación social, tanto es esto así, que el secretario de prensa de Benedicto XVI, fue el jesuita Padre Lombardi y por un tiempo, lo siguió siendo del papa Francisco.
Por los jesuitas han desfilado muchos alumnos y profesores que se han destacado. Revisando en Internet, me conseguí con la siguiente lista:
Ex-alumnos
Bill Clinton, Felipe de Borbón, Abdalá II de Jordania, Ricardo Arias Espinosa, Gloria Macapagal Arroyo, José Manuel Durão Barroso, Primer Ministro de Portugal, Alfredo Cristiani, Galo Plaza Lasso, Agustín de Iturbide y Green, nieto de Agustin de Iturbide, el primer emperador de México; se convirtió en el hijo adoptivo del Emperador Maximiliano I de México y la Emperatriz Carlota de México. William Peter Blatty, escritor de El exorcista, Oscar al mejor guión adaptado de 1973.
Políticos y gobernantes destacados
José María Aznar; George Tenet, ex-director de la CIA; Madeleine Albright, ex-secretaria de Estado de Estados Unidos; Carol Lancaster, ex-directora adjunta de USAID; Henry A. Kissinger. El filósofo, René Descartes, el ex presidente francés Charles de Gaulle, el ex presidente venezolano Rafael Caldera, ex alumno del colegio San Ignacio de Caracas y Fidel Castro, el caso Fidel Castro no es para hablarlo aquí y ahora, a lo mejor en otra oportunidad, lo único que diremos aquí y ahora es que estudió en el colegio Belén de La Habana, colegio regentado por jesuitas, en su momento el mejor colegio de Cuba, equivalente al Colegio San Ignacio de Caracas.
Vamos a hacer un aparte con el caso del ex presidente venezolano, el Dr Rafael Caldera; el Dr Caldera se graduó de bachiller en el colegio San Ignacio de Caracas en el año 1931, sus 3 hijos varones también se graduaron y estudiaron en el Colegio San Ignacio, ellos son Rafael Tom, Juan José y Andrés, me gradué con Andrés tanto de bachiller en el San Ignacio en el año 1971 como de abogado en la UCAB en 1976; en 1971 estaba gobernando el Dr Rafael Caldera, era su primer gobierno (1969/1974), el Dr Caldera presidió nuestra ceremonia de graduación, estadísticamente aquella graduación se apartaba de “la media” por lo siguiente:
En 1971, se graduó en el colegio San Ignacio, Andrés Caldera, que era hijo del presidente de la Republica; también se graduó Carlos Alberto Fernández, alias “Pipa”, hijo del Dr Lorenzo Fernández, ministro de relaciones interiores, Francisco Curiel, hermano de José Curiel, ministro de obras públicas (MOP), Francisco Landaez, hijo de Miguel Ángel Landaez, magistrado de la Corte Suprema de justicia, Leonardo Hernaiz Landaez sobrino del anterior y mi persona, hijo de Luis Alberto Machado para ese entonces secretario general de la presidencia de la República.
Del discurso del Dr Caldera, recuerdo que nos habló que recientemente habían cumplido 40 años de haberse graduado 13 bachilleres, siendo el Dr Caldera uno de los graduandos de hacía 40 años (también estaba en el acto de graduación su compañero de estudios en el colegio San Ignacio, Luis Mariano Cabrera Suarez, brillante médico, padre de nuestro compañero y amigo Armando Cabrera, quien se ha destacado notablemente en el canto y la actuación). Nosotros éramos más de 130 nuevos bachilleres.
El Dr Caldera nos dijo que el bien y el éxito futuro que le deseaba a su hijo Andrés, nos los deseaba también a cada uno de los más de 130 los bachilleres que nos estábamos graduando.
Por otra parte, el Dr Caldera nos habló que para ese momento había en el mundo corriente contraria a creer en Dios, donde muchos se empeñaban en negarlo, que había que ser muy valiente para afirmar: “yo creo en Dios”. Sin embargo, la fe en Dios no es para “fumar opio”, como mal definía Carlos Marx la religión. La fe es para proyectarla, para traducirla en obras, para hacer más felices a los demás, para que cuando nos vayamos a darle cuentas al creador dejemos un mundo mejor para aquellos que nos siguen en este mundo y que aún van a estar cuando nos hayamos ido de este mundo.
Sin embargo, esa fe en Dios que entre otras cosas se tradujo en que los jóvenes de su generación lucharan contra la tiranía de Juan Vicente Gómez, se tradujo en luchar entre otros muchos derechos por el de la libertad y la justicia, ello motivado por la rebeldía y la inconformidad que llevaba por dentro todo joven y más si es ignaciano
“Fue una gran rebeldía, fue una gran inconformidad, lo que nos movió a los hombres de nuestra generación a avanzar a pie firme por la senda de nuestro destino”.
En el funeral de su padre, Andrés Caldera recordó este discurso de graduación que nos dio su papá y dijo lo siguiente:
“Rafael Caldera amó a Dios y amó a Venezuela”.
Si hay algo que lo distinguió desde muy joven fue su profunda fe en la Providencia. No una fe "beatucona y rezandera" - como nos dijo a los graduandos del Colegio San Ignacio en el año 71 - sino una fe sólida y robusta, propiciada por sus maestros jesuitas, que no dio, en sus noventa y tres años de vida, tregua a la lucha ni lugar a la cobardía. Su fe fue del mismo tamaño de la fortaleza de su carácter y de su tenacidad indoblegable. Dios es más grande que un chaguaramo" - repetía con frecuencia” (Andrés Caldera Pietri. “Despedida de la familia”. Tomado de la Página Web: www.rafaelcaldera.com).
Llama la atención que la fe que les dieron los jesuitas no fue “una fe "beatucona y rezandera sino una fe sólida y robusta".
En ese discurso, el ex presidente Caldera dijo algo sobre los jesuitas que nunca olvidé:
“Si se pelearon entre ellos nunca nos lo dejaron ver”
Y aunque fue en otro momento, en 1973, al cumplir el colegio San Ignacio 50 años de fundado, el Dr Caldera también dijo que “los más santos son los hermanos” (se refería a los hermanos jesuitas, los que no son sacerdotes pero sí jesuitas, que son los hermanos)
De esa gran noche ignaciana, no podemos dejar de mencionar el magistral discurso que a nombre de los graduados diera nuestro compañero y amigo Luis Ignacio Mayorca :
“Hay que vivir de lo acuerdo a lo que se cree y no creer de acuerdo a cómo se vive”
18- ¿Rivalidad entre los jesuitas y el Opus Dei?
-Se ha creado o se ha pretendido crear, una supuesta o pretendida rivalidad entre los jesuitas y el Opus Dei (a veces, han hablado hasta de odios y de rencillas irreconciliables).
En efecto, el 17 de Septiembre 2013, se publicó el siguiente artículo titulado “El Opus Dei y los Jesuitas: La verdad y el mito” (extracto):
“La rivalidad entre el Opus Dei y los jesuitas es más un cliché que una realidad. En el pasado hubo capítulos de cierta incomprensión entre algunos jesuitas y algunas personas del Opus Dei pero las relaciones de san Josemaría con el Padre Arrupe siempre fueron cordiales y de estima mutua.
La diferencia de carismas no impide que ambas instituciones remen del mismo lado, del lado de una Iglesia: una barca muy amplia donde caben muchas espiritualidades…
Refleja Vázquez de Prada en la biografía El Fundador del Opus Dei (tomo III, pág. 503) que el 17 de agosto de 1966, Escrivá regresó a Villa Tevere, para emprender enseguida viaje a París. “Antes de salir de Roma escribió al Padre Arrupe, Prepósito General de los Jesuitas, prometiéndole encomendar al Señor los trabajos de la próxima Sesión de la Congregación General de la Compañía. No eran palabras vanas ni de puro cumplido. Deseaba muchos frutos espirituales para la Compañía. Con esta intención –le dice al General- me ha dado mucha alegría hacer celebrar cien santas misas.
(Carta, en EF-660817-2. Estoy seguro –le dice en el párrafo anterior –de que, con la gracia de Dios y la ayuda de su Madre Santísima, Ud. y yo y los muchos santos RR. Padres jesuitas […] conseguiremos que la caridad de Cristo brille siempre, sin que haya nunca excepciones)…
“Al propio fundador del Opus Dei le preguntaron sobre este tema en dos entrevistas recogidas en Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer. En la primera de ellas, la realizada por Jacques Guillemé-Brulon para Le Figaro el 16 de mayo de 1966, contesta: “Los rumores de que se ha hablado son… rumores. El Opus Dei ha contado siempre con la admiración y la simpatía de los religiosos de tantas órdenes y congregaciones. El Secretario General del Opus Dei, don Álvaro del Portillo, trataba y estimaba al anterior General de la Compañía de Jesús. Al actual, al P. Arrupe, lo trato y lo estimo, como él a mí. Las incomprensiones, si se dieran, demostrarían poco espíritu cristiano, porque nuestra fe es de unidad, no de celos ni de divisiones.” (Conversaciones, nº 43). Y en la misma línea se expresa en la entrevista realizada por Tad Szulc corresponsal de The New York Times, el 7 de octubre de 1966 (Conversaciones, nº 54)…
“La rivalidad entre el Opus Dei y los jesuitas es en cierto modo una ironía porque Escrivá sentía una gran devoción personal por Ignacio. (…) El mismo nombre del Opus Dei proviene de un jesuita, el padre Valentín Sánchez Ruiz, que fue el confesor de Escrivá durante un periodo de su vida y una vez le preguntó en tono despreocupado: “Cómo va esa obra de Dios?”. (Opus Dei, 332)…
Sin ir más lejos, el libro Camino, escrito por Escrivá pone de manifiesto en muchos de sus puntos esta devoción: “Acuérdate de Ignacio: Ignorante, entre los doctores de Alcalá. —Pobre, pobrísimo, entre los estudiantes de París. —Perseguido, calumniado… Es el camino: ama y cree y ¡sufre!: tu Amor y tu Fe y tu Cruz son los medios infalibles para poner por obra y para eternizar las ansias de apostolado que llevas en tu corazón”. (Camino, 474). Referencias que pueden comprobarse también en los puntos 11, 798, 402, 470 y 931… (fin de la cita).
19- San Ignacio vs el diablo
No creer que el diablo existe no es otra cosa que una herejía.
Veamos lo que dice San Ignacio de Loyola y el Santo Padre Francisco en estos momentos en que por ejemplo se dice que el diablo no existe, que el diablo es un mito, una simbología para personificar el mal, algo así como el personaje maléfico al lado de las brujas en los “cuentos de niños”. En el fondo lo se está diciendo es algo así como que el diablo está en el olimpo, a nivel del dios Baco, el dios del vino, de Zeus el dios más dios de todos los dioses del olimpo, Marte el dios de la guerra, Neptuno dios del mar, etc. De acuerdo a esto, así como Venus y Afrodita son las diosas del amor, el diablo es el dios del odio, etc:
Cuando los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, los jesuitas que ahí vivían salieron ilesos. Y en consecuencia, tal milagro se atribuyó al rezo del Rosario diario en la comunidad jesuita donde vivían en dicha zona. Es de notar que la Santísima Virgen María, como veremos más adelante, es enemiga del diablo (los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki fueron algo tan espantosos que en lenguaje coloquial se pudiera decir que fueron “cosas del diablo”).
El Papa Francisco es un gran catequista, vamos a trascribir lo que dice sobre el diablo, el también jesuita, Santo Padre Francisco y que es lo siguiente:
A) “No puede haber diálogo con el príncipe de este mundo, ¡que esté claro!” remarcó, y señaló que “el diálogo proviene de la caridad, del amor. Pero con ese príncipe es imposible dialogar: uno solo puede responder con la Palabra de Dios, que nos defiende” (ACI/ EWTN Noticias). Homilía en el Misa celebrada el 11 de octubre de 2013, en la capilla del Domus Santa Marta.
B) Papa Francisco: El diablo no es un mito y debemos combatirlo
“En la Misa de este jueves que presidió en la capilla de la Casa Santa Marta en donde reside, el Papa Francisco explicó que el diablo sí existe, no es un mito y debemos luchar contra él con las armas de la verdad y la fe…
El Papa explicó asimismo que los enemigos de la vida cristiana son el demonio, el mundo y la carne. A continuación cuestionó. Entonces “¿de qué me tengo que defender? ¿Qué tengo que hacer? ‘Revístanse con la armadura de Dios’ nos dice Pablo. Es decir que lo que es de Dios nos defiende, para resistir a las insidias del diablo. ¿Está claro? Claro. No se puede pensar en una vida espiritual, en una vida cristiana, sin revestirse de esta armadura de Dios, que nos da fuerza y nos defiende”.
San Pablo subraya que esta lucha no es contra las cosas pequeñas, “sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal. Es decir, contra el diablo y los suyos”.
Sin embargo, continuó el Papa, “a esta generación y a muchas otras se les ha hecho creer que el diablo era un mito, una figura, una idea, la idea del mal ¡pero el diablo existe y nosotros debemos combatir contra él! ¡Lo dice San Pablo, no lo digo yo! ¡Lo dice la Palabra de Dios! Aunque no estamos muy convencidos de ello”.
Luego de recordar que “el diablo es mentiroso, es el padre de los mentirosos, el padre de la mentira” y reiterando con San Pablo, que hay que estar “ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza”, el Santo Padre volvió a destacar que “no se puede ser cristianos, sin trabajar continuamente para ser justos. No se puede”. VATICANO, 30 Oct. 14 / 08:06 pm (ACI).
C) La advertencia del Papa Francisco desde México: ¡Con el demonio no se dialoga!
“Esta frase la dijo el Papa Francisco, el 14 de febrero del presente año 2016, en la homilía de la Santa Misa en el primer domingo de Cuaresma, celebrada en la cuidad de Ecatepec, México, a la que asistieron un millón de personas. Ya el Papa había expresado este concepto, en la homilía de la Santa Misa, en la capilla del Domus Santa Marta, el 11 de octubre del pasado año 2013, en la que textualmente dijo lo siguiente:
En dicha homilía, el Papa Francisco lo expresó de la siguiente manera:
“No puede haber diálogo con el príncipe de este mundo, ¡que esté claro!”. El diálogo proviene de la caridad, del amor. Pero con ese príncipe es imposible dialogar: uno solo puede responder con la Palabra de Dios, que nos defiende”.
“En su reflexión en la Misa por el primer domingo de Cuaresma que celebró en Ecatepec ante casi 400 mil almas -un millón en total contando las que estaban fuera de la explanada del Centro de Estudios Superiores- el Papa Francisco alertó sobre el peligro que tiene todo cristiano de caer en las mismas tentaciones con las que el demonio tentó a Jesús en el desierto.
En palabras improvisadas en la homilía, el Santo Padre explicó que en “el Evangelio Jesús no le contesta al demonio con ninguna palabra propia sino que le contesta con las palabra de Dios con las palabra de la escritura. Porque hermanos y hermanas metámoslo en la cabeza con el demonio no se dialoga, no se pueda dialogar porque nos va a ganar siempre, solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar”.
Él ha venido a luchar por nuestra salvación. ¡Él ha vencido al demonio! Por favor, ¡no negociemos con el demonio! Él trata de volver a la casa, de tomar posesión de nosotros... No relativizar, ¡vigilar! ¡Y siempre con Jesús!". ECATEPEC, 14 Feb. 16 / 02:17 pm (ACI).
Hay otro insigne jesuita, fallecido hace poco, el Padre Jorge Loring SJ, español y quien escribió el best seller “Para Salvarte”, quien dice que el diablo es como “un perro amarrado”, que si uno no se le acerca, el diablo no lo muerde, que muerde, si uno se le acerca. El Padre Jorge Loring dice que hay dos armas contra el diablo: El Crucifijo y la oración, especialmente el rezo del Santo Rosario. ¿O es ese “perro amarrado” del que habla el Padre Jorge Loring SJ, es un perro de ficción cuyos mordidos también son de ficción y habría que invocar al Crucifijo y rezar el Rosario para evitar “ficciones” debido a “mitos mentales” que no existen de eso que llamamos diablo?
Veamos lo que dijo San Pablo VI:
A) “Una de las más grandes astucias del diablo es hacer creer que no existe” (fin de la cita).
Y si decimos que no existe porque es un “mito”, le dejamos el campo libre al diablo y por lo tanto, puede atacar más libre y con mayor efectividad, y por lo tanto, arrastrar más almas hacia él y por lo tanto al infierno.
B) “Per rimas fumus intravit autem Satanás in templo Dei: “A través de alguna grieta ha entrado el humo de Satanás en el templo de Dios”
La película “El Exorcista” es una película de 1973 cuyo guión lo hizo William Peter Blatty y está basada en la novela del propio Blatty que se publicó en 1971 y notamos que solo en Los Estados Unidos de América vendió aproximadamente trece millones de ejemplares. La película y la novela se basan sobre hechos reales.
El papel principal lo tiene el Padre Jesuita Damien Karras (Jason Miller), un joven sacerdote que trabajaba en la universidad de Georgetown, en Washington DC a quien llaman para que previa autorización del arzobispo local, le haga el exorcismo a Regan (Linda Blair), niña de 12 años poseída por el demonio debido al juego de la güija. Nótese que la universidad de Georgetown es una universidad regida por jesuitas.
Dada la inexperiencia del Padre Karras SJ, el arzobispo decide llamar en su auxilio al Padre Lankester Merrin (Max Von Sydow), un experimentado exorcista. Antes del exorcismo el Padre Merrin le advierte al Padre Karras SJ lo mismo que acabamos de citar del Papa Francisco: que no dialogue con el diablo, que no le discuta, que el diablo es mentiroso y que en el exorcismo le va a caer mentiras, que le diga lo que le diga el diablo, siguiera rezando el ritual del exorcismo, etc.
Y en efecto, el Padre Karras SJ estaba muy afectado porque recientemente su madre había fallecido como consecuencia de una enfermedad terminal y paralelamente a esto, el Padre Karras SJ estaba atormentado por dudas en relación a la fe: dudaba hasta de la validez de la Consagración del pan en el Cuerpo de Cristo y el vino en su Sangre, y es el caso que durante el exorcismo, el diablo le dice al Padre Karras SJ que por culpa de sus dudas en relación a la fe, su madre estaba con el diablo en el infierno y ardía en llamas.
Ante esto, el Padre Karras SJ enmudece, queda atónito y petrificado. Posteriormente el Padre Merrin le dice: “Padre Karras continúe con el exorcismo”.
Veamos como Wikipedia describe el resto de la película:
“Poco después, al padre Merrin le falla el corazón mientras rezaba. Un desesperado Karras intenta realizarle una reanimación cardiopulmonar sin éxito, mientras Regan (la cual se ha liberado de las sogas que la mantenían atada a la cama) se ríe y se burla de sus esfuerzos. Dominado por la furia y la desesperación, Karras se abalanza sobre ella y reta al demonio a poseerlo a él en vez de a Regan. El demonio lo hace, tras lo cual el sacerdote muestra los signos de posesión de manera casi instantánea, pero antes de perder su voluntad logra saltar por la ventana del dormitorio de Regan, ubicado en un segundo piso, y cae por unas escaleras de piedra. Con el padre Karras agonizando en el suelo, un devastado Padre Dyer, quien se encontraba en el lugar, administra los últimos sacramentos y absuelve a Damien de sus pecados. Regan se recupera y no parece recordar su terrible experiencia. Chris decide partir de Georgetown con su hija, dejando atrás su terrible trauma” (fin de la cita). Resaltamos lo siguiente:
El “devastado Padre Dyer” es también otro jesuita. La escena entre el Padre Karras SJ y el Padre Dyer SJ es electrizante. El Padre Karras SJ increpa al diablo que deje a la niña poseída y le dice: “tómame a mí maldito y deja a la niña”. El diablo deja a la niña, la libera y luego toma al Padre Karras SJ (lo posee), lo que hace que el Padre Karras SJ caiga por las escaleras de piedra y agonice en el suelo. Se forma un tumulto de gente, llega la policía y acordona la zona poniendo las clásicas franjas amarillas para la restricción del paso. El Padre Dyer SJ logra abrirse paso y llega al agonizante Padre Karras SJ, le toma la mano y le pregunta lo siguiente:
“¿Te arrepientes de tus pecados?”.
El Padre Karras SJ con dicha mano, le hace una señal que se arrepiente y luego el Padre Dyer SJ, con lágrimas en los ojos, le hace la señal de la cruz sobre su cuerpo y a la vez le dice lo siguiente:
Ego te absolvo a peccatis tuis, in nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen”.
No es nuestra intención el hacer una apología de la película “El Exorcista” sino el de resaltar el papel de los jesuitas: el Padre Karras SJ es un jesuita y también lo es el Padre Dyer SJ, y la universidad de Georgetown donde trabajan ambos padres, es una universidad de jesuitas. Se trata unos jesuitas que luchan contra el diablo y lo vencen. Y no olvidemos que el libro y la película fueron inspirados en hechos reales.
La película El Exorcista en su momento causó furor. En varios cines hubo desmayos y crisis nerviosas lo que trajo que en varios cines de USA hubiera paramédicos que atendieran dichas crisis. Por aquellos días le preguntaron a un también sacerdote jesuita que nos dio clases en el colegio San Ignacio de Caracas, si era bueno o no si era conveniente o no el ver dicha película, que era calificada por la crítica cinematográfica como “película de terror”. Nos referimos al Padre Fernando María Moreta SJ, quien antes citamos como “prefecto de disciplina” en el colegio San Ignacio de Caracas y le dio clases muchos ignacianos y a este servidor.
Pues bien, el Padre Moreta recomendó que viéremos dicha película, que en esa película el diablo salía derrotado por los padres jesuitas. No olvidemos que el gran aporte de aporte de William Peter Blatty fue el haber puesto al diablo en el tapete pero en su verdadero aspecto maléfico. Si el diablo no existiera, nada de lo que hemos hablado del Exorcista tendría sentido.
-Jesucristo se le apareció a Santa María Faustina Kowalska (Polonia). Ella es la gran predicadora y propagadora de la devoción de “Jesús de la Misericordia”: “Jesús, en ti confío” de la que también fue gran devoto San Juan Pablo II a tal punto que intuyó la fiesta litúrgica de la misericordia que es el domingo subsiguiente al domingo de Pascua. Santa Faustina escribió en su diario lo siguiente:
"Aquellos que proclamarán mi gran Misericordia. Yo mismo los defenderé en la hora de la muerte, como mi Gloria aunque los pecados de las almas fuesen negros como la noche, cuando un pecador se dirige a mi Misericordia, me rinde la gloria más grande y es un honor para mi pasión. Cuando un alma exalta mi Bondad, entonces Satanás tiembla y huye a lo más profundo del infierno" (Diario #378, p. 186).
Veamos algunas citas bíblicas:
“El demonio es el padre de la mentira” (Juan 8: 44).
Al diablo no se le puede subestimar, es astuto. "La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho". Génesis 3: 1. ¿O es que la astucia la tiene el mito de lo que llamamos “diablo”?
Preguntas similares se pueden hacer de los siguientes pasajes evangélicos:
En Mateo, 25-31-37, se nos dice aquello de “tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; 36.estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme". A esos Jesucristo les dice "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. En cambio a los que “Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43.era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis", Jesucristo les dice “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles”.
"No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Mantente fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida". Apocalipsis 2: 10
"Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia… Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis." Mateo 10: 1.8.
Vemos por ejemplo el caso de Santa María Magdalena. Esta santa estuvo a los pies de la Cruz y fue testigo de la resurrección de Cristo. En Lucas 8, 1-3 se dice que Jesús le echó del cuerpo siete demonios.
Lo que dice en la Sagrada Biblia “es intocable, incambiable e inmodificable”. Hablando imaginariamente diremos que ningún Papa, nunca, pudiera cambiar la palabra “diablo” por la palabra “mito” o borrar por inexistente la palabra “diablo” de las sagradas escrituras.
Cuando en la Santa Misa, se leen las lecturas, que por lo general, hoy las leemos los laicos, al final se dice lo siguiente:
-“Palabra de Dios”
Se responde:
“Te alabamos Señor”
Y si es el Evangelio, que solo están autorizados para leerlos, el diácono, el sacerdote y el obispo, se dice lo siguiente:
-“Palabra del Señor”
-“Gloria a ti, Señor Jesús”.
Como se ve, La Sagrada Biblia, es la Palabra de Dios. Libro escrito por humanos pero inspirado y guiado, por El Espíritu Santo. Por lo tanto, ningún ser humano lo puede cambiar, tocar, añadir o quitar. Como acabamos de decir, ni siquiera el Papa, en manera alguna, puede tocar, modificar, cambiar o añadir algo a La Sagrada Biblia.
En la Sagrada Biblia, se lee lo siguiente:
“Yo advierto a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro: Si alguno añade algo sobre esto, Dios echará sobre él las plagas que se describen en este libro. Y si alguno quita algo a las palabras de este libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la Vida y en la Ciudad Santa, que se describen en este libro”. Apocalipsis 22: 18 -19.
Así que el diablo existe, no es una ficción, no es una extrapolación del inconsciente para simbolizar el mal sino que es un ente maligno, inicialmente creado por Dios como ángel pero que se rebeló contra Dios (Luzbel era el ángel de luz. Anteriormente adelante hablamos de luzbel al copiar el “himno de San Ignacio”: “Fundador sois Ignacio y general”).
Fracasó el diablo por haberse rebelado contra Dios y por lo tanto “el Diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos". Apocalipsis 20: 10.
Vamos a entrar ahora en la parte ignaciana, de San Ignacio contra el diablo:
San Ignacio de Loyola, quien jamás negó su existencia. San Ignacio tenía muy claro quién era el diablo, veamos:
B) Hay una cédula de san Ignacio de Loyola para pegar en los aposentos por la parte de adentro de las puertas de las casas en la que le ordena al demonio que no entre en dicha casa: “no entres”. En efecto: se exhorta a los católicos que peguen en la puerta de su casa esta cédula.
SAN IGNACIO DE LOYOLA DICE AL DEMONIO ¡NO ENTRES!
SAN IGNACIO DE LOYOLA tiene gran imperio contra los demonios, según lo dice la Iglesia en su oficio:
IN DEAMONES MIRUM EXERCUIT IMPERIUM.
El mismo demonio dijo una vez: “No puedo entrar solo que quites la cédula puesta en tu puerta”. Yo suelo aconsejarlas en las misiones contra los asaltos e infestación del enemigo Satanás (Venerable Padre Galatuyud S.J.)
En el himno de San Ignacio que antes copiamos se nombra al demonio:
Lance, lance la lid fiero Luzbel
a sus monstruos en tropel,
de Luzbel las legiones
ya se ven marchar
y sus negros pendones
el sol enlutar”.
Vemos como San Ignacio tacha de fiero al diablo, que tiene negros pendones, etc, lo cual implica que en este himno no se afirma que el diablo, luzbel, sea un mito.
San Ignacio compuso una oración para después de recibir la Sagrada Comunión, la oración se llama “Alma de Cristo. Una de las cosas en las que nos marcan los jesuitas es en la costumbre de rezar dicha oración luego de comulgar. Me cuesta mucho el poder recordar que el haya dejado de rezar dicha oración después de comulgar. Dicha oración es la siguiente:
“Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén”
Resaltamos “Del maligno enemigo, defiéndeme”.
Ya lo advirtió San Pedro, que hay que cuidarse del diablo:
"Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar." Primera Epístola de San Pedro, 5: 8.
Como antes dijimos, la Santísima Virgen María es enemiga del diablo. Lo dijimos cuando comentamos lo de las bombas de Hiroshima y Nagasaki y el rezo del Santo Rosario. En efecto, Dios le dijo al diablo que la Virgen le aplastaría la cabeza:
“El Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón" (Génesis 3,14-15).
La serpiente es el diablo. De acuerdo a lo que algunos dicen, ¿habría que leer este texto bíblico así: “El Señor Dios dijo al mito que algunos llaman “diablo”: “Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón" ?
San Ignacio puso como patrona de los jesuitas a la Virgen Inmaculada, la Inmaculada Concepción.
Los que hemos tenido el privilegio de estudiar con los jesuitas, podemos decir que además de la devoción de los nueve primeros viernes, los jesuitas nos enseñaron la devoción por la Virgen Inmaculada. En el colegio San Ignacio la llamamos “la Virgen del Colegio”, cuya estampa, todos sin excepción la llevamos muy orgullosos en nuestras carteras y al lado de la cédula de identidad, seamos católicos practicantes o no de la religión católica, o hasta nos hayamos convertido en ateos o agnósticos como de hecho hay (con todo respeto hacia ellos).
Si se observa con detenimiento las imágenes de la Inmaculada Concepción y en especial la que está en la capilla del colegio San Ignacio, se verá que está pisando una culebra que simboliza al diablo: “ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón" (Ibíd).
En la devoción llamada de “la Medalla Milagrosa”, también se ve que el pie de la Virgen pisa una culebra: el diablo (la Medalla Milagrosa es también una devoción a la Inmaculada Concepción). La misma Virgen María mandó a acuñar la medalla de acuerdo a sus instrucciones y la oración que tiene dicha medalla dice: “Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos”.
San Juan Bosco compuso una oración a María Auxiliadora y es la siguiente:
“¡Oh María Virgen poderosa! Tú, la grande e ilustre defensora de la Iglesia; Tú, Auxiliadora del pueblo cristiano; Tú, terrible como un ejército en orden de batalla; Tú, que sola destruyes los errores del mundo, defiéndenos en nuestras angustias, auxílianos en nuestras luchas, socórrenos en nuestras necesidades, y en la hora de la muerte, recíbenos en el eterno gozo. Amén”
Y uno de los grandes errores del mundo es creer que el diablo no existe, que es un mito, una ficción, una simbología para personificar el mal, etc.
Terminaremos este punto con el exorcismo compuesto por León XIII que antes del Concilio Vaticano II se leía al terminar la Santa Misa:
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén”
20- Sun Tzu, en su muy famoso libro “el arte de la guerra” dice que hay que hay que conocerse a sí mismo y a la vez conocer al enemigo lo cual hizo San Ignacio
San Ignacio era militar y sabía y entendía muy bien lo que dijo Sun Tzu, muy probablemente San Ignacio leyó “el arte de la guerra” y por lo tanto les prescribió a los jesuitas que tenían que conocerse a sí mismos y también dejó muy claro que también que conocer al enemigo para vencerlo y ese enemigo no es otro que el diablo.
Al fin y al cabo, los Ejercicios Espirituales de San Ignacio son ejercicios militares pero aplicados al campo espiritual donde hay que vencer las propias pasiones, los propios egoísmos y las propias miserias y a la vez vencer al demonio todo “para la mayor gloria de Dios” y de la humanidad a la que “en todo hay que amar y servir” cada vez más arriba, Excelsior.